Querría quedarme ahí, en ese punto en el que las luces descienden y tu te quedas quieto en el silencio, escuchando al otro, sintiéndolo como reflejo de uno... Querría quedarme ahí, en la oscuridad de las butacas, como un voyeur que observa.
Hay algo mágico en el teatro, en ese instante en el que las luces descienden...
recien descubierto tu blog.... me llamó la atención porque yo también me hago fotos de los zapatos!!! me quedo por aquí un ratito, me encanta todo lo que leo!!!
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